Practicar ejercicio es uno de los aspectos más importantes para mejorar
nuestra salud. Pero debe planificarse, con unos ejercicios
perfectamente realizados y adecuados a nuestras características.
Cuando la intensidad es excesiva, o ejecutamos mal los ejercicios de forma repetida,
corremos el riesgo de lesionarnos, lo que se conoce como “sobre
entrenamiento”. Ambos problemas – la fatiga y
el riesgo de lesión– se ven incrementados por el estrés. que
nos producen otras facetas de la vida, como el trabajo o los problemas
personales.
Antes que aparezcan las lesiones, nuestro cuerpo presentará una serie de síntomas. Algunos ejemplos de señales que debemos interpretar y tener en cuenta.
1. Pulsaciones altas al despertar
Los
deportistas profesionales, miden a diario, a primera hora, sus pulsaciones, y
así conocen cuál es su media. Si, durante tres o cuatro días seguidos, las
pulsaciones son elevadas, es una señal de sobreesfuerzo: es necesario descansar
o disminuir la intensidad del ejercicio hasta que el pulso se estabilice.
2. Calidad del sueño
otro
síntoma importante de fatiga. Si, a pesar de estar muy cansados, no dormimos
bien y nos despertamos con frecuencia, atentos: puede indicar un estado de
sobre entrenamiento.
3. Dolor de rodillas al bajar
escaleras
Este
síntoma se relaciona con riesgo de lesión en el cartílago de las rodillas.
Bajar escaleras es un estrés importante para la rótula, de manera que, si los
músculos no funcionan o la posición de la rodilla no es correcta al movernos,
se puede dañar el cartílago
4. Dolor lumbar
Una
lesión más seria como una protrusión o hernia discal. En este sentido, si
notamos que nos levantamos doloridos y, a lo largo de día, vamos mejorando,
debemos interpretarlo como un síntoma de inestabilidad en la espalda. Para
tratarlo, trabajaremos la zona del core y nuestra postura. Igualmente, debemos
consultar a un profesional
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